Un hotel "infinito"

Bueno sibaritas del mundo, ¿quién no sueña con los mejores hoteles del mundo? Cada vez el turismo se especializa un poquito más y demanda productos de calidades superiores, y para ello, por supuesto, se ponen en juego dos elementos claves, léase el buen gusto (uno), y tener mucha pasta para disfrutarlo (dos). Cuando estos factores de juntan, suelen producirse resultados sorprendentes. Una de estas agradables sorpresas que uno se lleva por el mundo es el Jade Mountain de Santa Lucía, una isla caribeña de afilados prefiles en los que se asienta este magnífico hotel, conocido entre los grandes sibaritas del mundo porque todas las habitaciones (suites escandalosas todas ellas) disponen de infinity pool privada.

Una de las características de dichas suites es el hecho de que son, literalmente, tres paredes, ya que la cuarta desaparece para integrar en el conjunto la infinity pool, que se acompaña con unas vistas de infarto del Caribe. Cada suite está completamente individualizada del resto del complejo hotelero, que ofrece diversos tipos de categorías, en los que, como veremos más adelante, no existen tarifas "económicas".

Cada una de las habitaciones reciben el nombre de "santuarios" y a fe que el nombre le viene que ni pintado. Las más pequeñas (ejem ejem....) tienen la absurda dimensión de 170 metros cuadrados, a los que hay que sumar la infinity pool de 45 metros cuadrados, son las llamadas STAR. Un poquito por encima estan las MOON, de 185 metros cuadrados y piscina de 60. Si eres un sibarita de los de verdad y esto no te vale, puedes optar por las SUN, con vista panorámica de 270 grados, 190 metros cuadrados y piscina de 85 metros cuadrados. Y no se vayan, que todavía hay más, y es que en este hotel se piensa en los sibaritas de categoría especial, con la categoría GALAXY, de la que no hay datos, con lo que podemos poner las cifras que nos de la gana.

Por supuesto, un pedacito de cielo tiene su precio, y en este caso no se andan con tonterías, aunque tampoco es que se salga de lo "normal". Hay que aprovechar las horas bajas del dolar, que permiten un poco más de maniobra. Lo más barato, 750€ noche, y las más caras, 1750€ noche. Nada que un buen sibarita no pueda permitirse.